Evitar que la trabajadora embarazada lleve a cabo las siguientes tareas:

• Trabajar en alturas a partir del segundo trimestre o antes si la trabajadora sufre mareos.
• Subir escaleras de mano.
• Subir y bajar frecuentemente por escaleras especialmente cuando son inclinadas.
• Subir pendientes portando cargas.
• Manipular objetos debiendo situar los brazos por encima de los hombros.
• Trabajar en espacios reducidos.
• Desplazamientos frecuentes, a un ritmo elevado, con o sin carga, en espacios muy concurridos o estrechos.

En caso de producirse un traumatismo abdominal, la trabajadora deberá someterse a una revisión y monitorización obstétrica

Leer las etiquetas y Fichas de Datos de Seguridad de los agentes químicos a los que pueda estar expuesta la trabajadora embarazada o en periodo de lactancia para conocer sus posibles efectos reprotóxicos, mutagénos, neurotóxicos, etc.

Las trabajadoras embarazadas no podrán estar expuestas a los agentes químicos en cuyas etiquetas figuren frases H con alguna de las siguientes numeraciones: H360, H360D, H360F, H360FD, H360Fd, H360Df y H370.

Las trabajadoras en periodo de lactancia no podrán estar expuestas a los agentes químicos en cuyas etiquetas figure la frase H362.

Evitar/controlar la exposición a:

• Monóxido de carbono: puede causar daños en el feto. La OMS considera que una exposición por debajo de 10 ppm en 8 horas no supone riesgo para la trabajadora embarazada.
• Disolventes que contengan sustancias tales como tolueno, xileno, acetato de n-butilo, glicol éteres, etc. pueden causar daños en el feto y en el bebé a través de la leche materna.
• Sustancias susceptibles de entrar en el organismo a través de la piel, tales como alcoholes, éteres o ésteres presentes en algunos disolventes.

No es aconsejable permanecer constantemente en posición sentada y se debe alternar con la postura de pie. Si esto no es posible deberían proponerse pausas.

Se debe garantizar que embarazadas y lactantes puedan descansar tumbadas en condiciones adecuadas.

Las trabajadoras deben evitar permanecer sentadas más de 2 horas sin cambiar de posición.

Vigilar que el tiempo de trabajo, así como el volumen y ritmo de trabajo, no sean excesivos.

Asegurar la disponibilidad de asientos en caso de necesidad.

Hacer pausas más largas o más frecuentes durante el tiempo de trabajo.

Si la trabajadora debe permanecer de pie durante la jornada de trabajo se recomienda que:

• Durante el primer y segundo trimestre de embarazo se establezcan pausas de, al menos, 15 minutos cada 4 horas de trabajo.
• En el último trimestre, evitar permanecer de pie durante más de 30 minutos.

Si la trabajadora debe realizar tareas manuales, bajar el plano de trabajo por debajo del abdomen.

Siempre que sea posible, se debe evitar la necesidad de manipulaciones manuales que entrañen riesgos.

A medida que avance el estado de gestación de la trabajadora, se deberá limitar el peso máximo que pueda manipular y la frecuencia de manipulación. A modo de ejemplo, durante los seis primeros meses de embarazo:

• Si se realizan 4 manipulaciones o más por turno de 8 horas, el peso máximo recomendado es de 5 kg.
• Si se realizan menos de 4 manipulaciones en un turno de 8 horas, el peso máximo recomendado es de 10 kg.

Se debe procurar la adaptación temporal de los horarios y otras condiciones de trabajo de mujeres embarazadas y lactantes, incluida la periodicidad y la frecuencia de las pausas de descanso, así como la organización de los turnos y la duración de los mismos.

Adaptación de las condiciones o de los horarios de trabajo, así como medidas encaminadas a asegurar la comprensión, el apoyo y el reconocimiento necesarios cuando la mujer se reincorpora al trabajo tras el parto y la lactancia, respetando así mismo su vida privada.

Los empresarios deben tener en cuenta los factores de estrés conocidos (como la organización del trabajo a turnos, la inseguridad en el empleo, las cargas de trabajo, etc.), así como los factores médicos y psicosociales particulares que afectan a cada mujer.